miércoles, 1 de junio de 2011

ALQUILERES DE CAMPOS AGRICOLAS AUMENTAN EN PROMEDIO 15 %

La soja subió un 45% en la Argentina en el último año y empujó el valor de los arrendamientos. En algunas zonas, los productores intentan negociar para no perder margen de ganancia.


Precios firmes de los granos y una expectativa climática razonable son los pilares en los que se basa el aumento del precio de los alquileres que los dueños de los campos ya aplican para la campaña sojera 2011/12, que arranca en septiembre.Mientras se termina de cosechar la soja de este año, con una producción de 50 millones de toneladas, por debajo de las 53 millones del año pasado, los productores ya deciden entre dos alternativas: seguir arrendando el mismo campo o cambiar de socio, ya sea para achicarse, agrandarse o sembrar las mismas hectáreas en la campaña que viene.El nuevo tarifario con el que se encuentran los productores implica un aumento de hasta 15% del valor pagado el año pasado, que se negocia en quintales de soja, o su equivalente en dólares, según datos de la consultora Openagro. En paralelo, la tonelada de soja se pagó $ 1270 ayer en Rosario, 45% más que el año pasado.Alquilar un campo en la zona núcleo agrícola (norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe) puede costar hasta 18 quintales, según los datos de Openagro, lo que equivale a 1,8 toneladas de soja o, a valores de ayer, unos u$s 600 por hectárea. La soja, que todavía se está terminando de cosechar en estas zonas, rindió 32 quintales en promedio, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Pero desde allí se descuentan todos los costos, como insumos (semillas, fertilizantes, agroquímicos), costos de estructura y laboreo. En el centro de Buenos Aires, los dueños piden entre 12 y 16 quintales; entre 12 y 15 quintales en el noroeste; entre 10 y 14 quintales en el sudeste y entre 9 y 13 quintales en el oeste provincial, según Openagro.Para Eduardo Fitz Gerald, director de Compañía Argentina de Tierras (CAT) los aumentos este año rondan el 10%, variable según la zona, básicamente, porque los precios de la soja subieron y los rendimientos de la campaña terminan con un promedio general bueno, sostuvo.Aún así, para Guillermo Villagra, de Openagro será una campaña para estar muy atentos, porque los márgenes de ganancia de la producción en campos alquilados se ajustaron mucho. Alquileres, insumos, maquinaria y comercialización subieron y complicaron el negocio del que alquila y produce.Los arrendatarios no quieren validar estos precios por si llega a haber una baja en los valores de los granos, explicó, y consideró que lo ideal es pactar un alquiler que tenga un componente fijo y otro variable. Por ejemplo: si por un campo se pide 14 quintales, lo ideal sería pagar 8 fijos y los otros 6 atados al nivel de producción, explica.Pero los dueños son reacios a ir a porcentaje en la zona núcleo, mientras que, en zonas más marginales se cree que crecerá este sistema compartido del riego.

Fuente: El Cronista

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